Estos meses primaverales uno de los grandes placeres casi diarios han sido los paseos con mi querida Manuela.
Ejercitando nuestra memoria con juegos de palabras o conversando.
Unas veces solas y otras en compañía de vecinos de Lourido o Solmayor.
En todos los casos disfrutando de cada paso, por estar juntas aquí y ahora.
¡Gracias mamá!
Cómo me gustan esos bancos!!!
Si falasen esos bancos, cantas historias nos contarían…Bancos de vertebración, de descanso, de compañía, de soledad,…de vida