La ciudad
A modo de resumen, Brasilia es una ciudad de menos de 60 años de edad que alberga la capital del país y que fue planificada y diseñada por Nyemeyer y Lúcio Costa. Actualmente tiene más de 2,5 millones de personas en todo el estado (Distrito federal)
Urbanísticamente parece muy ordenada. Tiene forma de avión con el lago artificial Paranoá como elemento vertebrador. Está estructurada en sectores (el hotelero, el comercial, el banquero, el residencial,…) ubicándose en las alas del avión (Asas Norte y Sur) las zonas residenciales y en el cuerpo del avión el eje monumental y la zona de negocios.
La distribución de los espacios y las distancias hace que sea una ciudad planteada para tener coche . En su diseño no se ha cuidado nada el peatón, lo cual no me gusta nada!. De hecho, por lo que he visto los pasos de peatones son escasos y no existe continuidad en las aceras (y no hablemos del tema de accesibilidad a personas con movilidad reducida).
En la foto no se aprecia, pero para ir a trabajar tenía que pasar por esta intersección de 2 avenidas perpendiculares de doble carril por sentido, en la que sólo había 4 pasos de peatones (de los 8 que debería tener).
Otra curiosidad es que hasta finales de los 90 no tuvieron semáforos en la ciudad, ¿cómo vivía el peatón?. Me acordé del pasado de mi querida Inés Gestal. Otra cosa que me llamó la atención es que en los centros comerciales en los que estuve (desgraciadamente tuve que comer bastante en ellos) no tienen supermercados.
En general, me ha parecido una ciudad diferente, por no tener un centro histórico y por estar todo segmentado. Tiene pinta de muy tranquila y por lo que escucho no causa buena sensación al visitarla pero engancha al vivir en ella,…
De turisteo
Aunque no he hecho mucho turisteo he podido pasear por algún lugar turístico.
“Torre de TV” dicen que las vistas merecen la pena, pero la pereza me pudo! Otra forma que leí en una guía de viajes para tener una perspectiva de la ciudad es un viaje en helicóptero.
Al lado de la torre hay un mercado de artesanía y comida con muy buen ambiente.
Y cerquita está el «parque de la ciudad». Inmeso. Lo que no me gustó es que el recorrido por el parque esté asfaltado, ¿por qué le tenemos tanta manía a la tierra y nos gusta tanto lo artificial?
No pude venirme sin acercarme a visitar la catedral y acordarme de la genial etapa en Liverpool! Las catedrales son parecidas, pero me quedo con la de Liverpool.
Y si alguno/a se pregunta si bailé samba. La respuesta es no!!
La única fiesta en la que estuve es en la de Sant Patrick (que no es demasiado famosa por aquí, pero que como siempre me recordó a Liverpool!) en la que bebiendo cerveza Heineken celebramos esta fiesta irlandesa originalmente religiosa. Estuvo muy bien porque fue una forma de interactuar y conocer gente brasileña. Esto no hubiese sido posible sin la red CoughSurfing a través de la cual conocí a Andreia, una chica super buena onda de Brasília!
Si tuviese que hacer un resumen de esta primera toma de contacto.
A nivel de trabajo: 100% reto, 100% formativo.
A nivel de país, creo que descubrir parte de los distintos brasiles que hay dentro de Brasil va a ser un proceso muy enriquecedor. En tres semanas ya he podido percibir dicha diversidad y desmontar “historias únicas”preconcebidas de Brasil y que la gente tiene de Europa.
A nivel de gente. Me ha parecido muy maja y con una mentalidad muy abierta!