Amyr Klink

Hace un par de semanas hubo «Xuntanza» del banco e invitaron (por una «módica» cantidad de dinero) a Amyr Klink a dar una «palestra».

Yo no lo conocía, pero se trata de un personaje que le encanta el mar y navegar. Amante del mar, después de hacer la travesía Brasíl-África con 29 anhos. A los 34 decide dejar su monótono y poco gratificante trabajo en un banco y decide irse en un velero a la Antártica. A partir de ahí, se dedica a lo que le gusta: hacer barcos y navegar. Es decir, consiguió que su forma y medio vida fuesen una misma cosa. Bravo por ello!

Una de las cosas que más me gustó fue su crítica al sistema educativo formal instaurado. Él hablaba del caso de los barcos: ingeniería naval versus conocimiento tradicional. Apelaba por valorizar la gran riqueza (inmaterial) del conocimiento tradicional, en manos de la mayoria de las veces de personas «pobres». Apelaba por cuidar de ese sabio conocimiento tradicional que estaba siendo devorado e extinguido rapidamente bajo critérios de modernidad y productividad de la sociedad actual. Reivindicaba que la universidad se acercara a este conocimiento, que escuchara, que aprendiera, que construyera conjuntamente y no de espaldas a este conocimiento.

Su charla me recordó varias cosas.

  • as minhas raíces louridanas, a minha mai, a meu padre, a meus abolos, aos pobladores do rural, que durante siglos souperon, con a sua sabiduría adaptarse o medio rural e vivir, castigándolos a historia con calificativos de «aldeanos», «paletos» ou «burros», por nun haber estudiado «formalmente»,…cuando informalmente tinhan e tein muito mais conocimiento e sabiduría que muitos que pasamos por universidades e tuvemos oportunidades de ver mundo. Un conocimiento e sabiduría que se viu afectado e muitas veces aniquilado por os – en muitas ocasiois – incontrolados e mal orientados desarrollos tecnológicos no rural.
  • Me recordó también el bien narrado por Ken Robinson, «paradigma de la educación».

y a otro de sus grandes vídeos sobre como las escuelas matan la creatividad:

  • Y por último, también me recordó, a una de mis grandes escuelas en la vida: ESF Galicia y todas las personas voluntarias y militantes con las que trabajé y aprendí de principios básicos como el de la Tecnología para el Desarrollo Humano y la  Educación para el Desarrollo.
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3 respuestas a Amyr Klink

  1. Sergio dijo:

    Viste ya el documental de Educación Prohibida? 2 horas, pero no deja indiferente…
    http://www.educacionprohibida.com/

  2. carmolqui dijo:

    Sergio, no lo había visto, pero me lo habían enviado! Gracias por motivarme a parar el mundo unas horas para verlo y comentarlo en el blog! Bicos!

  3. Pingback: Educación prohibida | Carme Diamdo polo mundo

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