A volta: Brasília – casita!

El viaje Brásilia – Lisboa se me hizo corto, dormí bastante y me emocioné hasta las lágrimas viendo “Invictus”. Emocionante el ejemplo de Nelson Mandela que gracias a su inmensa humanidad e inteligencia supo ser tenaz e indomable a sus ideas para lograr empezar a unificar la sociedad de Sur África. Ojalá su capacidad de perdonar y mirar hacia adelante fuese más habitual en el mundo que vivimos. Qué difícil a la par que magnífico es perdonar.

Tanto el libro como la película me remueven siempre por dentro.

No encuentro palabras para calificar el poema que Nelson se recitaba a si mismo para darse fuerza a si mismo mientras estuvo encarcelado

“Invictus” de William Ernest Henley.
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

En Lisboa tuve una escala de 12 horas en la que me dio tiempo para bajar un rato a la ciudad y visitar alguno de los sitios que mi querida Inés Mera me había recomendado. Llevaba los nombres de los sitios (en algunos ya había estado), y dejándome llevar por la intuición (que rescató los recuerdos de Lisboa) fui encontrando parte de ellos y descubriendo otros.

 Miradouro de Sao Pedro de Alcántara

Hace ya casi 6 años que descubrí esta ciudad en un viaje que fue genial por ser un descubrimiento de personas geniales, de lugares fantásticos, de sabores,…y por ser inmensamente enriquecedor.

Disfruté de volver a reencontrarme con esta ciudad mágica, acordándome mucho de todas: Marta, Isa, Estefania, Yenni y Bruno. Que saudades!, quando voltamos?

A pensão imperial sigue abierta,…con el mismo encanto externo que hace 6 años.

Quería que mis pasos me llevaran hasta aquí y el destino guió mis pasos a este lugar también mágico.

Una pena que mi cansancio no me permitiera esperar a que abriese!

Callejeando me encantó descubrir una calle con imágenes de las personas mayores del barrio en su día a día…

Me pareció una idea muy buena para revalorizar la vida cotidiana de un sector social que muchas veces tenemos olvidada. Todo un tributo.

Una idea parecida es la del fotógrafo Vicente Ansola con la colección “O pobo das néboas” visibilizó la vida en el campo de un pueblo da Pontenova

¿por qué me gusta tanto Lisboa?

Porque siendo capital de país sigue manteniendo rincones con esencia de pueblo, esencia de raíces,… Y dos ejemplos. Las fotos no reflejan la belleza de momentos como el de…

una señora dando de comer a las palomas desde su balcón.

y un señor mayor en bata pasándole un recado (que le pague un recibo en el banco) a un chico con una cuerdecita y una bolsa de plástico.

Y después de Lisboa, llegó un fin de semana muuuy intenso entre Coruña-Santiago-Ribadeo-Taramundi y Lourido en el que hubo muchos momentos: de cena y Waikiki el viernes, desayunando por todo lo alto el sábado, de Picnic y paseo por la Torre de Hércules, de visita y cena ESFera en Santiago, de asamblea 15M en Ribadeo, comendo con buela, vendo as medrías de Iria… Y cada momento fue una oportunidad de compartir tiempo con personas que quiero mucho y que dan sentido,…100% Carpe Diem! Gracias amigas/os por hacer que la vuelta haya sido genial!

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